El impacto de determinados químicos en la salud de nuestra boca
Todos queremos tener una sonrisa blanca y radiante, pero en el camino para conseguirlo no debemos recurrir a las soluciones fáciles. Los productos de venta libre, que no están avalados por nuestro dentista, pueden suponer un verdadero riesgo para la salud de nuestra boca.
Existen, por ejemplo, muchos medicamentos que se comercializan para calmar el dolor de muelas. La mayoría de ellos son ricos en benzocaína, un anestésico local empleado para calmar el dolor. Este producto no resuelve realmente el problema, sino que inhibe el dolor. Su uso puede ser especialmente peligroso en niños pequeños.
Algunos blanqueadores caseros también comportan algunos riesgos. Sin la adecuada supervisión odontológica, estas pastas pueden tener un efecto no deseado sobre nuestros dientes. El peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida que suelen contener son elementos muy abrasivos, que deben manejarse con profesionalidad para evitar un desgaste irremediable del esmalte.