Cómo tratar la sensibilidad dental
Los problemas de sensibilidad dental son muy frecuentes entre personas de todas las edades. Los síntomas pueden partir de un simple escalofrío hasta verdaderas molestias que dificultan la ingesta de alimentos. En casos de sensibilidad extrema, es necesario acudir a un dentista.
Los problemas de sensibilidad dental se originan con el deterioro del esmalte, una sustancia que protege el interior de los dientes, que albergan los nervios y los vasos sanguíneos. Al quedar expuesta esta zona, lo más probable es que los dientes se vuelven más sensibles cuando entran en contacto con el frío y el calor.
¿Por qué se deteriora el esmalte? Lo cierto es que esta sustancia recibe el ataque continuo de los ácidos y azúcares presentes en muchos alimentos y bebidas. Pero no solo eso, el esmalte puede debilitarse debido a un cepillado demasiado brusco.
Es muy probable que suframos problemas de sensibilidad dental en algún momento, pero podemos evitar molestias siguiendo algunos consejos. El punto de partida debe ser un correcto cepillado, nunca demasiado brusco. El cepillado elimina la placa, una de los elementos que debilitan el esmalte.
Si los problemas de sensibilidad persisten, puede ser recomendable el uso de dentífricos especiales, compaginando el cepillado con el uso de hilo dental y enjuagues bucales.